La ‘Usura’ del siglo XXI
Define el diccionario de la real academia de la lengua española la palabra usura como el interés excesivo de un préstamo. Pero desde hace ya muchos años los intereses en los préstamos están regulados y desde luego en la banca es difícil ver intereses excesivos que hagan extremadamente difícil pagar un préstamo excepto cuando con ciertas prácticas consiguen todo lo contrario…
Una de estas prácticas perversas para cobrar intereses desmesurados la ejercita el BBVA por medio de la venta de unos seguros para ‘proteger’ al cliente en caso de subidas del interés de los préstamos.
El engaño consiste en lo siguiente: Cuando te conceden el préstamo, te convencen con bastante insistencia para que tomes un ‘seguro’ que te protege en caso de que suban los intereses pagándote una cantidad trimestral con la contrapartida de que si estos bajan, eres tu el que pagas esa cantidad trimestral al banco.
De esta manera no te beneficias de la bajada de intereses, pera tampoco te perjudica la subida de estos, por lo que el sistema en teoría persigue que al final tengas una cuota de pagos más o menos plana.
Pero la realidad es bien distinta, porque si los intereses bajan de cierto umbral, entonces la cantidad que pagas, pasa a ser desproporcionada y muy superior a los intereses reales del crédito que te conceden.
Lógicamente cuando descubres esto y vas al banco a pedir explicaciones, te dicen que has firmado un producto financiero (ya no es un seguro) llamado derivado (En el documento que firmas lo llaman algo así como SWAP). Para cancelarlo hay que pagar varias decenas de miles de euros, que te ofrecen financiar.
El BBVA explica que las razones son un ‘crack’ del sistema financiero que no se podía esperar, sin embargo ni ellos tienen pérdidas en ese desplome que comentan ni se entiende el interés en convencerte de que firmes este supuesto seguro a no ser que el banco sospechase la situación que venía y decidiese obtener beneficios extra a costa de engañar a sus clientes para que firmasen este contrato.
Lógicamente, no puedes hacer nada más que enfadarte y empezar a trabajar con otra entidad, pero creo que es importante divulgar estas malas prácticas, para que afecten a la menor cantidad de futuros incautos posible y sean recelosos de cualquier producto que el banco intente vender con cierta insistencia.
Por mi parte, he aprendido la lección, pero a costa de ser víctima de una forma de usura encubierta que hace subir el interés que pagas por un préstamo a un interés un 600% más caro que la cotización media del Euribor actual.
Víctor M. Gaspar – Julio 2009